¿Cómo manejar la renuncia a una herencia?: Implicaciones legales y fiscales

Cómo manejar la renuncia a una herencia: Implicaciones legales y fiscales

La herencia es un derecho que puede ser aceptado o rechazado por los herederos. Aunque muchas personas asumen que aceptar una herencia es siempre beneficioso, en realidad, en algunos casos, puede ser más conveniente renunciar a ella. Las razones pueden ser diversas: la existencia de deudas en la herencia, cuestiones personales o fiscales, o simplemente el deseo de evitar futuras complicaciones. 

En este artículo, vamos a explicarte cómo funciona la renuncia a una herencia en España, qué implicaciones legales y fiscales tiene, y cuáles son los pasos a seguir para formalizarla.

¿Qué significa renunciar a una herencia?

La renuncia a una herencia, también denominada repudiación, es el acto por el cual un heredero rechaza los bienes y derechos que le corresponderían en virtud del fallecimiento de una persona. En España, la regulación de la renuncia a una herencia se encuentra en el Código Civil (CC), concretamente en los artículos 988 a 1009.

El artículo 988 del CC establece que la herencia puede ser aceptada pura y simplemente, a beneficio de inventario o ser repudiada. Es decir, un heredero tiene la posibilidad de aceptar todo lo que recibe, aceptarlo de forma condicionada (para no responder con su patrimonio personal de las deudas del fallecido) o rechazarlo completamente.

Según el artículo 1008 del CC, la renuncia debe realizarse mediante un acto expreso y formal, ante notario mediante documento público. Esta formalidad es esencial para que la renuncia tenga validez legal.

Tipos de renuncia a la herencia

Existen dos formas principales de renuncia a una herencia en España:

  1. Renuncia pura y simple

Consiste en rechazar la herencia sin condiciones. En este caso, el heredero no recibe ningún bien ni derecho, pero tampoco responde de las posibles deudas de la herencia. La herencia pasa entonces al siguiente en la línea sucesoria, según lo establecido en el testamento o, en su defecto, en la ley.

Un ejemplo común de renuncia pura y simple es cuando una persona fallece dejando una gran cantidad de deudas. Si los herederos renuncian, evitan asumir esas deudas, que pueden acabar perjudicando su patrimonio personal.

  1. Renuncia traslativa o a favor de un tercero

La renuncia traslativa de la herencia se produce cuando el heredero, tras haber aceptado la herencia, decide cederla a otra persona. A diferencia de la renuncia pura y simple, en este caso, la aceptación inicial es un requisito indispensable, ya que solo después de asumir la herencia puede efectuarse su cesión. Aunque esta aceptación sea meramente formal y con fines administrativos, conlleva la obligación de abonar los impuestos correspondientes. 

Por tanto, esta forma de renuncia sigue un orden cronológico: primero se acepta la herencia y, posteriormente, se transfiere a un tercero. Para llevar a cabo este proceso, es necesario seguir ciertos trámites y requisitos legales establecidos.

Causas más frecuentes de renuncia a una herencia

Existen diversas razones por las cuales un heredero podría optar por la renuncia:

  • Deudas del fallecido: Si el causante deja más deudas que bienes, el heredero podría terminar asumiendo responsabilidades económicas no deseadas.
  • Elevada carga fiscal: El Impuesto de Sucesiones y Donaciones puede, dependiendo de la persona que hereda, ser elevado en determinadas comunidades autónomas, haciendo que la aceptación de la herencia no sea viable económicamente.
  • Conflictos familiares: A veces, por razones personales, un heredero prefiere evitar disputas y renuncia a su derecho hereditario.
  • Ausencia de interés en los bienes heredados: Puede ocurrir que el heredero no tenga interés en los bienes del fallecido, especialmente si estos son difíciles de gestionar o carecen de valor.

Implicaciones fiscales de la renuncia a una herencia

  1. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

Uno de los aspectos más importantes a considerar al renunciar a una herencia es el impacto fiscal. La normativa fiscal establece que:

  • Si la renuncia es pura y simple, se considera como si el renunciante nunca hubiera sido heredero, por lo que no tributa en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
  • Si la renuncia es traslativa, debe haber una primera aceptación de la herencia, por lo que el heredero debe hacer frente al pago del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
  1. Plazos para la renuncia y efectos fiscales

Para evitar tributar, la renuncia a la herencia debe realizarse antes de que se cumplan seis meses desde la fecha del fallecimiento del causante (plazo habitual para liquidar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones). Si la renuncia se produce después de haber aceptado implícitamente la herencia o fuera del plazo, podría interpretarse como una cesión de derechos y tributar como una donación.

Si quieres conocer más sobre este tema, te invitamos a leer nuestro post Plazos legales para aceptar o renunciar a una herencia: ¿Qué debes saber?”

Procedimiento para renunciar a una herencia

Para llevar a cabo la renuncia a una herencia de forma correcta, es necesario seguir los siguientes pasos:

  1. Esperar a la apertura de la sucesión: La herencia solo puede renunciarse una vez que se ha abierto la sucesión, es decir, tras el fallecimiento del causante.
  2. Realizar un análisis de la herencia: Es recomendable revisar si la herencia incluye deudas o cargas que puedan afectar al patrimonio del heredero.
  3. Otorgar escritura pública ante notario: La renuncia debe formalizarse mediante escritura notarial.

Consecuencias de la renuncia a una herencia

Renunciar a una herencia tiene efectos legales y económicos importantes:

  • Pérdida de derechos hereditarios: La renuncia es irrevocable, lo que significa que no se puede deshacer una vez realizada.
  • Sustitución por otros herederos: Los herederos siguientes designados por el propio causante o los correspondientes en la línea sucesoria serán los beneficiados.
  • Posibles problemas familiares: La renuncia puede generar conflictos en la familia, especialmente si hay expectativas sobre el reparto de la herencia.

En conclusión, la renuncia a una herencia es una decisión importante que debe tomarse con conocimiento de sus implicaciones legales y fiscales. Aunque en algunos casos es la mejor opción para evitar asumir deudas o cargas, es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio para garantizar que el proceso se realice correctamente.

Si estás considerando renunciar a una herencia, analiza primero su composición y consulta con un experto para tomar la mejor decisión.